jueves, 29 de diciembre de 2011

Jose Mourinho en lo personal

José Mourinho está casado desde 1989 y tiene dos hijos.
Es licenciado en INEF. Habla inglés, francés, español, portugués e italiano.
Conocido por su fuerte personalidad, y sus agudos comentarios en las conferencias de prensa, Mourinho ha sido en distintos momentos contratado para hacer publicidad a corporaciones en Europa como SamsungAmerican Express, entre otras. Su biografía oficial, “José Mourinho - Made in Portugal: The Official Biography”, escrita en colaboración con el periodista portugués Louís Lourenço es un best seller en Portugal.
José Mourinho también ha sido parte oficial de distintas iniciativas sociales en diferentes partes del mundo, como el proyecto por vincular lazos de amistad a través del fútbol entre jóvenes y niños palestinos e israelíes. El 16 de mayo del 2007, Mourinho fue arrestado por la Scotland Yard como sospechoso de obstrucción de la justicia luego de negarse a entregar a su mascota familiar, un perro Yorkshire Terrier, que sería detenido para estar en cuarentena.
Es un hombre de profundas convicciones religiosas, católico, prueba de ello fue la visita que hizo con varios de sus jugadores del Inter al Vaticano, donde rezó durante unos minutos en la Capilla Sixtina, para posteriormente comprar treinta crucifijos distintos que regaló a jugadores y empleados del club.
Cabe destacar también su fuerte compromiso con el Club Deportivo Canillas, equipo en el cual milita su hijo en la actualidad. Durante los años que lleva viviendo enMadrid, ha ayudado a veinte niños del modesto club madrileño a pagar la matrícula de inscripción, valorada en unos 600 euros cada una. Asimismo, hizo una donación de 10.000 euros e invitó a varios de los pequeños futbolistas del club y a algunos miembros del equipo técnico al partido de la UEFA Champions Leagueque enfrentó al Real Madrid y al Olympique de Lyon el 18 de octubre de 2011 en el Estadio Santiago Bernabéu



martes, 27 de diciembre de 2011

Zinedine Zidane

Futbolista francés, campeón mundial y europeo con la selección de Francia, considerado como uno de los mejores jugadores del mundo. Zizou, apodo por el que también se le conoce, poseyó unas cualidades futbolísticas sobresalientes y un palmarés en que no falta ningún título, ya que además de ganarlo todo con la selección francesa, Zidane consiguió, en la categoría de clubes, ser campeón de Liga, de la Supercopa de Europa y de la Copa Intercontinental.
Dentro del terreno de juego, Zinedine Zidane era un mediocampista ofensivo al que le gustaba desenvolverse con libertad para organizar la ofensiva de su equipo; su exquisita calidad técnica, un físico potente y una privilegiada visión de juego hacían de él un futbolista creativo, imprevisible y con enormes recursos: podía regatear, driblar, hacer paredes, lanzar pases geniales o romper una defensa por velocidad; además, su precisión en el disparo, que ejecutaba con ambas piernas, le convertían en un peligro constante para los porteros rivales, quienes temían especialmente sus lanzamientos de falta directa.
Nacido en el seno de una familia de emigrantes argelinos, desde muy niño Zinedine Zidane practicó varios deportes, entre ellos el judo, aunque no tuvo que transcurrir mucho tiempo antes de que el fútbol pasara a ocupar la mayor parte de su tiempo libre y se convirtiera en su mayor pasión; soñaba por entonces en emular a su mayor ídolo, el genial uruguayo Enzo Francescoli, un fino mediapunta que era la estrella del equipo de Marsella, el Olympique.
Tras jugar en varios equipos locales, en 1986 el joven Zinedine fue contratado por el Cannes, uno de cuyos dirigentes, Jean Claude Elineau, le acogió en su propia casa. Su carácter tímido y la aparente frialdad que le caracterizan no fueron impedimento para que pronto comenzara a desarrollar sobre los campos de entrenamiento todo el potencial futbolístico que llevaba dentro.
En mayo de 1989, un mes antes de cumplir los diecisiete años, Zinedine Zidane debutó en Primera División con el Cannes. En la temporada 1990/1991 marcó su primer gol en la máxima categoría francesa y en la siguiente se hizo con la titularidad, jugando más de treinta partidos y alcanzando la cifra de cinco goles.
En 1992 abandonó el Cannes para fichar por el Girondins de Burdeos, uno de los clubes más importantes de Francia, y en el que ya en su primer año se erigió en uno de sus pilares: jugó 35 partidos y marcó diez tantos, pese a que nunca se ha caracterizado por ser un gran goleador.
Sus destacadas actuaciones le llevaron a debutar con la selección nacional en agosto de 1994, en un partido frente a Chequia; por entonces, el combinado galo atravesaba momentos de penuria deportiva (había estado ausente en los últimos dos Campeonatos Mundiales) pero una nueva generación de futbolistas, entre los que también figuraban sus compañeros de equipo en Burdeos, Christoph Dugarry y Bixente Lizarazu, contribuyeron a un resurgir que se plasmó en una buena actuación en la Eurocopa de 1996.
La magnífica impresión que causó en dicha cita, junto con una temporada estelar en el Girondins, llevaron a Zinedine Zidane a fichar en el verano de 1996 por la Juventus de Turín, uno de los equipos más prestigiosos de Europa.
En el exigente y competitivo fútbol italiano, el conocido calcio, afrontó el reto más difícil de su carrera deportiva, más si cabe debido al imborrable recuerdo que en el club turinés había dejado en los años ochenta su compatriota Michel Platini. No obstante, y pese a los inevitables altibajos y algunas lesiones, Zidane se consagró como uno de los mejores jugadores europeos.
Junto al italiano Alessandro Del Piero, Zinedine Zidane formó un tándem de ataque temible que condujo a la Juventus a la conquista de dos campeonatos de liga, en 1997 y 1998, la Supercopa Europea y la Copa Intercontinental de 1996, y a disputar dos finales consecutivas de la Liga de Campeones (antigua Copa de Europa), aunque en ambas ocasiones saldadas con derrota: en 1997, frente al Borussia Dortmund, y en 1998, ante el Real Madrid.
En junio de 1998, Zidane fue pieza fundamental para que Francia se adjudicase el Mundial en el que hacía de anfitriona, conduciendo con brillantez el juego de ataque, y sobre todo, marcando los dos primeros goles en la final frente a Brasil, un éxito que unido a su excelente trayectoria con la Juventus, le hicieron merecedor ese año al prestigioso Balón de Oro.
Sus últimas dos temporadas en Italia no fueron tan brillantes como las anteriores, en parte por los férreos marcajes a los que suele ser sometido y también por la irregularidad mostrada por su equipo. En la Eurocopa de 2000, uno de los mejores momentos de su carrera deportiva, dejó muestras de su inmensa clase en cada partido y marcó un gol decisivo de penalti en la semifinal frente a Portugal.
A partir de entonces, cumplida con éxito su etapa en Italia, comenzaron a surgir especulaciones sobre su posible traspaso a otro gran club europeo, casi siempre desmentidas, pero que finalmente se hicieron realidad en el verano de 2001 con su multimillonario fichaje -más de 12.000 millones de pesetas- por parte del Real Madrid, decisión en la que tuvo influencia su matrimonio con una española, Verónica.
En el histórico club blanco Zinedine Zidane pasó a reforzar una plantilla que ya contaba con jugadores de la talla de Luis FigoRaúl González o el brasileño Roberto Carlos, y con la que amplió su ya extenso palmarés después de conquistar el único gran título que aún no poseía: la Copa de Europa (2002). En 2003 ganó con el equipo madrileño la liga española.
Sin embargo, las sequía de títulos de las siguientes temporadas sumieron al Real Madrid en una etapa de crisis en la que el mismo Zidane y otros jugadores galácticos fueron cuestionados. Zidane se retiró del fútbol profesional al término del Mundial de Alemania (2006), en el que fue nombrado mejor jugador a pesar de ser expulsado en la final.


viernes, 23 de diciembre de 2011

El madrid de las 5 copas de europa

Hacer un serial sobre equipos de leyenda y no incluir al Madrid de las cinco Copas de Europa sería como ir a un estadio de fútbol y no ver bufandas o banderas del equipo local en cuestión. Vamos, totalmente inconcebible. Porque a cualquiera que le pregunten por un equipo que marcó una época, responderá como acto reflejo: el Madrid de Di Stéfano, el de las cinco copas consecutivas.
El rey de reyes, el absoluto dominador de una etapa en la que la mayor competición a nivel de clubes daba sus primeros pasos. Y los dio, durante cinco años, de la mano de ese equipo histórico formado por un elenco de figuras que lograron un hito mundial.
Y es que nadie, hasta el momento, ha logrado igualar esa gesta de ganar cinco 'orejonas' de manera consecutiva. Lo hizo con el presidente más importante de la historia del club, don Santiago Bernabéu, y bajo la figura de uno de los mejores futbolistas que jamás se hayan visto, don Alfredo Di Stéfano.
Con la llegada de 'La Saeta' a Chamartín arrancó la primera gran historia del Madrid. Conocido así por su velocidad, el pibe que sacó de las gargantas del Monumental un curioso cántico -"Socorro... socorro... ahí viene la Saeta con su propulsión a chorro"- asombró en su primer partido en el Bernabéu. Fue con la camiseta de Millonarios, en la celebración de las Bodas de Oro del conjunto blanco, con dos goles en la victoria de los suyos (4-2) y tras correr 60 metros como un demonio en el tramo final del partido, cuando conquistó los corazones merengues, don Santiago incluido: "Quiero a ese argentino" sentenció el presidente blanco.
El primer envite con el Barça
Así fue. No sin antes ganar la primera gran batalla mediática ante el eterno rival. El Barça llegó a un acuerdo con River, su club de procedencia, y el Madrid hizo lo propio con Millonarios. El gobierno español medió en la pelea y propuso que jugara una temporada con cada equipo. El club catalán se negó y Di Stéfano terminó de blanco.
Tras él llegó Francisco Gento y junto a los Joseito, Héctor Rial o Miguel Muñoz, entre otros, conquistaron el título de Liga tras 21 años de sequía. Tres títulos domésticos en cuatro temporadas con Di Stéfano como máximo artillero en dos de ellos. Pero más allá del dominio nacional, el equipo merengue centró su hegemonía en el viejo continente, grabando su nombre en la Copa de Europa durante sus primeros cinco años de existencia.
Y como cualquier hazaña que se precie, los inicios se exigen heroicos: París, 13 de junio de 1956, Parque de los Príncipes. Enfrente, el potente Stade de Reims deRaymond Kopa (un año después jugador blanco) flanqueado por casi 40.000 almas. El Madrid de José Villalonga, con 'La Saeta' a la cabeza, se desmorona en el arranque. 2-0 a los diez minutos de juego. Todo parece perdido hasta que el pibe de Buenos Aires recorta distancias. Rial restablece el equilibrio y así se llega al descanso. Los franceses vuelven a golpear pero el Madrid ya no es el equipo acongojado del inicio. Marquitos pone el 3-3 y de nuevo Rial, a once minutos del final, marca el definitivo 4-3. Europa se tiñe de blanco. Miguel Muñoz levanta la primera Copa de Europa de la historia.
Una temporada después, el vigente campeón vive un momento delicado en su defensa del título. El Rapid de Viena de Ernst Happel pone contra las cuerdas a los blancos tras remontar el 4-2 de la ida. Al descanso, una batalla campal pone al Madrid contra las cuerdas. Con diez por la lesión de Oliva y virtualmente eliminado con un contudente 3-0, Santiago Bernabéu decide bajar a los vestuarios y soltar el primero de sus ya legendarios sermones. "Hay algunos que en vez de venir a jugar al fútbol lo han hecho para asisitir a una verbena. No sólo están representando al Madrid, sino a España", les espetó. La reprimenda dio resultado y el Madrid forzó el desempate con un gol de Di Stefano. En el tercer partido, Kopa y Joseito acaban con cualquier atisbo de sorpresa. La final, ante la Fiorentina, fue casi un puro trámite.
Dos de dos y a defender de nuevo la corona. Con pequeñas modificaciones en la plantilla, donde la llegada del meta argentino Rogelio y el zaguero uruguayo Santamaría apuntalan un sólido equipo, el gran cambio se produce en el banquillo, donde Luis Carniglia toma las riendas y continua el carrusel de títulos. Dos nuevas Copas de Europa aterrizan en Concha Espina. La primera, ante el Milan en Heysel tras remontar hasta en dos ocasiones (2-3) y la segunda, y cuarta consecutiva del club, frente al Stade de Reims de Just Fontaine (2-0).
Por aquel entonces llega otro de los mitos del madridismo: 'Cañoncito' Puskas. Una figura y uno de los delanteros más determinantes de Europa al que Carniglia no termina de convencer por su evidente bajo estado de forma: "No se lo que podré hacer con este hombre, al que le sobran unos cuantos kilos", le comentó en una ocasión a Bernabéu, quien, ni corto ni perezoso, respondió: "Ahí está usted para ponerlo a punto".
Y vaya si lo hizo. Aunque los frutos los cosecharía, un año después, el Madrid de Miguel Muñoz enHapdem Park en lo que aún se considera como la mejor final de la historia de la Copa de Europa. Cuatro goles del húngaro y tres de Di Stéfano arrollaron al correoso Eintracht de Francfurt. El que más tarde se convertiría en uno de los técnicos más carismáticos y laureados del club, lo tuvo bien claro: "Con Di Stéfano tenemos dos jugadores en cada puesto. Durante la hora y media de juego jugamos a todo tren. Ni después de marcar siete goles trató de reposar"
Fue tal su admiración por 'La Saeta' que en 1964, ante la lógica decadencia en el juego del crack hispano argentino, decidió presentar su dimisión antes de realizar una convocatoria en la que no estaría presente. Bernabéu no aceptó la renuncia y Muñoz tuvo que presentar una lista para jugar unas semifinales de Copa ante el Atlético en las que Di Stéfano no estaba.
Ahí terminó una época única. Aunque comenzaría otra casi tan brillante con una nueva Copa de Europa, numerosas Ligas y hasta una Intercontinental, ese ya no era el Madrid de Di Stéfano, el más grande que sin duda ha dado en la historia el club blanco. Porque cinco Copas de Europa son muchas Copas de Europa.

Josep Guardiola el hombre record

El 21 de junio de 2007 es presentado como nuevo entrenador del Barcelona B, equipo filial del FC Barcelona, lo que marca el inicio de una nueva etapa en su vida. Con el filial azulgrana se proclamó campeón de Tercera División, logrando el ascenso a Segunda División B tras superar la promoción de ascenso.
El 8 de mayo de 2008 fue designado por la junta directiva entrenador del Fútbol Club Barcelona para la temporada 2008/2009, en sustitución de Frank Rijkaard El 17 de junio de 2008 se hizo la presentación oficial.
En su primera temporada como entrenador consigue ganar un triplete histórico: la Champions League, la Liga española y la Copa del Rey, convirtiendo al Fútbol Club Barcelona en el primer equipo español de la historia en lograrlo. También bate el récord de puntos conseguidos por un equipo desde que las victorias tienen un valor de tres puntos e iguala el registro goleador del Real Madrid de Di Stéfano. También hay que destacar que son varios los partidos en que el FC Barcelona de Pep Guardiola golea por 5 o más goles a sus rivales, en que destaca el histórico 2-6 contra el Real Madrid en el Santiago Bernabéu, una goleada que el equipo blanco no encajaba en 50 años en su propio feudo.
El 29 de agosto de 2009 gana la Supercopa de Europa ante el Shaktar Donetsk (equipo ucraniano campeón de la extinta copa de la UEFA) por 1-0. Con este título, Guardiola consigue ser el primer entrenador en ganar con el mismo equipo los cinco títulos que ha disputado su equipo en un año natural. El 19 de diciembre de 2009, el Barça le gana en la final 2-1 en tiempo suplementario a Estudiantes de La Plata y se consagra campeón del Mundial de Clubes, único título que le faltaba al equipo en toda su historia, y con éste consigue el sexto título de seis a los que aspiraban en 2009, algo que nadie había logrado anteriormente, cerrando así el mejor año de la historia de cualquier club en cuanto a títulos (el llamado "sextete").
El 8 de enero de 2010, Guardiola es elegido el mejor entrenador del año 2009 por la Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol (IFFHS). El técnico del Barcelona lo logra con la mayor diferencia de puntos respecto al segundo clasificado desde que se entrega este premio.
El 11 de mayo de 2011, el técnico de Santpedor hace historia al conseguir su tercer título de Liga en sus tres primeras temporadas. Sólo Johan Cruyff ganó más Ligas que él en el Barça (4).
El 28 de mayo de 2011, consigue su segunda Champions League, la cuarta del Barça, ganando 3 a 1 contra el Manchester United en el estadio de Wembley. Se convierte por tanto en el entrenador más joven (40 años) en ganar la competición dos veces.
El 17 de agosto de 2011, consigue su tercera Supercopa de España consecutiva con el F. C. Barcelona, tras vencer al Real Madrid por un global de 5-4 (2-2 en la ida y 3-2 en la vuelta). Consigue así un total de once títulos desde que es el entrenador culé y empata la cifra de títulos obtenidos por Johan Cruyff. El 26 de agosto de 2011, consigue su segunda Supercopa de Europa, tras vencer al FC Porto, por 2-0. Éste título hace que supere los títulos obtenidos por Johan Cruyff, convirtiéndole en el técnico más laureado de la historia del Barcelona.
El 8 de septiembre de 2011, recibe la Medalla de Oro de la Generalidad de Cataluña.
El 1 de noviembre de 2011, llega a los 200 partidos el en banquillo de FC Barcelona.

Estilo de juego

Con Guardiola, el Barcelona suele jugar con un 4-3-3, con Daniel Alves jugando más como un carrilero, Xavi Hernández dirigiendo el juego en el centro del campo y con Lionel Messi como pieza clave, de "falso 9". Ha sabido perfeccionar el estilo que heredó de Frank Rijkaard, con Ronaldinho como líder. Especialmente, el entrenador catalán ha destacado por la alta presión al rival, la posesión del balón, el juego de ataque, la solidaridad defensiva y la apuesta por los canteranos.  Otra característica de Guardiola es la rotación de la plantilla, ampliando al máximo la participación de todos los jugadores, para dosificar al equipo y evitar lesiones.



martes, 20 de diciembre de 2011

Adidas Tango

El Adidas Tango fue el balón usado en los mundiales de Argentina '78 y España '82. El diseño de este balón (con veinte piezas con 'tríadas' que creaban la ilusión óptica de que había 12 círculos idénticos), fue usado durante 6 Copas Mundiales, hasta la de Francia '98. Su nombre se basaba en la conocida danza argentina del Tango, al que se considera elegante y apasionante; las caracteristicas que Adidas decía haber impreso en el balón.

Tango Durlast

En 1978, el diseño futbolístico experimentó una nueva revolución con la presentación del Tango en obvia alusión a la música popular argentina. Este balón, introducido en la Copa Mundial de Fútbol de 1978, ofrecía una mejor impermeabilización y se inspiraba en la intensa pasión, emoción y elegancia de Argentina.Tango España
El diseño inicial del Tango de 1978 sólo se alteró ligeramente para la Copa Mundial de Fútbol de 1982, aunque el Tango España contaba con una innovación tecnológica muy importante. Seguía estando hecho de cuero, pero presentaba unas revolucionarias costuras impermeables, lo que reducía considerablemente la absorción de agua y, por tanto, reducía al mínimo el aumento de peso del balón durante el partido en caso de lluvia. El Tango España, fue el líder de una familia cuyos miembros estaban especializados en diferentes sectores. Así, por ejemplo, el Tango Mundial, modelo líder probado en túnel aerodinámico; el Tango Alicante, el modelo especial para iluminación artificial; el Tango Málaga, óptimo para superficies duras y el Tango indoor para fútbol sala. La gama de balones no sólo se ofreció en el color básico blanco, sino también en anaranjado y amarillo.



La Zurda Mágica

La cancha de Arroyito era -neutral-, Newell's era campeón con el empate. Las entradas se habían agotado, las clásicas avalanchas sobrepoblaron las tribunas. El sol radiante de junio se sumaba a la fiesta. El Secretario de Central y diputado del Frejuli declaraba: "...seguro que ganamos, de lo contrario no se lo que puede pasar, quién va a detener a nuestra gente cuando Newell's pretenda dar la vuelta olímpica... no van a permitir esta afrenta."

Antes de empezar el partido un Señor ataviado con un largo piloto se desprende de las tribunas centralistas, entra a la cancha, llega a las posiciones rojinegras y tira un “paquete” a la tribuna. Una bomba que estalla en el seno mismo de la hinchada Ñulista. Una más y van...

En ese clima se jugó la final del campeonato Oficial de la AFA 1974. Los nervios flameaban en el ambiente, en el campo de juego la tensión llegaba al máximo, agonizaba el primer tiempo y el chivo Pavoni que al sacarle la pelota a Cabral, siempre sin violencia, engancha la pierna del adversario y este cae: Penal. El zaguero Arias marca el 1 a 0 que tranquiliza a los locales.

Newell's había salido a la cancha a buscar el punto que le daría el campeonato y ahora entraba a jugar el segundo tiempo perdiendo, pensando en la posibilidad de otro partido de desempate. Ya no había nada que perder. Pese a la baja de Sergio Apolo Robles, estaban en la cancha Santamaría y Obberti. El técnico Juan Carlos Montes decide salir a buscar el partido, a liquidar el pleito, y ensaya un cambio: Magán por Rocha. Pero un tiro libre de González pega en Aimar y vence al arquero leproso, Carrasco.

Con el 2 a 0 abajo...y los clásicos Ñulistas que emprenden la retirada con la cabeza baja...todavía no llegaban a las puertas cuando Capurro de cabeza, pone el 2 a 1 y la posibilidad de la histórica tarde. Newell's que recordó su fútbol, sin especulaciones, se lanzó en pos del triunfo. Carlitos Picerni que corrió todo el partido coloca un centro preciso, la baja Magán y el zurdo Zanabria que llega elegante y justo para rubricar con la punta de su botín izquierdo el "gol del campeonato".

El periodista porteño Pedro Urquiza decía: "había alguien que con talento había de enganchar la atención de todos: MARIO NICASIO ZANABRIA, un futbolista excepcional con la batuta de su prodigiosa zurda abría brechas".

Así llegó la primera estrella al firmamento rojinegro. Aunque no se la aguantaran, aunque invadieran el campo para evitar la "Vuelta Olímpica" no pudieron evitar que en un par de horas se colmara el Estadio del Parque Independencia y los rojinegros exultantes tuvieron su primera gran fiesta - la de su fútbol, la de su fe en la verdad, de la pelota bien tratada, la del verdadero fútbol argentino. Pese a las Mil y Una "CONTRA".

Newell's Old Boys había impuesto por fin su fútbol alegría, diversión, talento, improvisación, ingenio frente al otro, de la fuerza-trabajo-sacrificio- especulación. Los "Cibernéticos" se quedaban sin respuestas y los "líricos" volvían a sonreír.

Le dijo Mario Zanabria al periodista José María Otero de "El Grafico", "Yo nunca le pego tan fuerte... alguien me empujó la zurda... Desde el suelo alcancé a ver que pasaba cerquita del travesaño y se iba para adentro... Después no ví más nada... Sólo sentí el alarido de la tribuna...Perdoname y dejame llorar un ratito más...es que soy muy feliz, por eso lloro... perdoname". Esas palabras, sin embargo, no alcanzaban a definir lo que le sucedía a media ciudad. Dentro del vestuario todo era una gran fiesta, a las lágrimas de Zanabria, se le agregaban los gritos de Rebottaro, la sonrisa tranquila de Carrasco, la seriedad de Berta que no lograba ocultar su emoción. Y Juan Carlos Montes que repetía: "lo que no pude alcanzar como jugador, pude lograrlo como técnico".




La naranja mecanica

La selección holandesa de fútbol era una auténtica desconocida en el concierto internacional futbolístico, hasta entonces la fuerza naranja no existía en base al fútbol. Su participación en torneos internacionales se reducía a una Ronda de los Mundiales de 1934 y 1938, por ello aquel año de 1974 ha quedado grabado en la historia del fútbol holandés como el del nacimiento de una nueva forma de interpretación del fútbol e identificación con unos colores que hasta ese momento en el país del tulipán no tenía el peso que le ha dado la historia en los últimos 35 años.Holanda y su fútbol se reducía a dos sentimientos: Ajax y Feyenoord, aunque eso sí dos equipos que decían mucho en el fútbol europeo de la época.
El paso de los años ha convertido a aquel “fuego naranja” que pasó con una volatilidad mágica por los fríos campos de Alemania en un “equipo de leyenda”, algo sin duda merecido pero lo que muchos no saben es que el camino no fue nada fácil y para llegar a esa obra maestra de Rinus Michels hubo que superar un buen número de dificultades. Comenzaron a trabajar de cara al Mundial un 21 de mayo y con solo dieciocho futbolistas puesto que los del Feyenoord se tuvieron que incorporar algo más tarde al estar disputando la Copa UEFA.
Rinus Michels
Holanda se citaba con la historia y en esta ocasión tenía futbolistas de gran nivel para hacer un extraordinario papel en un Mundial pero lo que no tenían era equipo. Y me refiero a un conjunto cohesionado con un estilo determinado de juego y un concepto claro de Selección. Fue ahí donde entró en escena el Mister, Rinus Michels el hombre que logró unir en su concepto de juego a dos corrientes futbolísticas, una entelequia que Michels comenzó a solucionar desde el minuto uno. Y es que el excesivo culto al club que profesaban los futbolistas fue el primer muro que se propuso derribar. La selección holandesa solía crearse a base de cinco futbolistas del Ajax y cuatro o cinco del Feyenoord. Ambos equipos jugaban con tácticas diferentes, y los futbolistas de cada equipo no estaban dispuestos a aceptar el sistema del rival. Bajo ese concepto jamás lograban construir un conjunto homogéneo por lo que Michels les dejó claro sus ideas a todos. Mostró su idea táctica, su concepción de juego y dijo: “El que este dispuesto a jugar sometiéndose a esta táctica puede quedarse en la Selección, el que no que se marche a su casa”. Pero que podían quedarse unos días para estudiar y entender plenamente la táctica antes de decidir. Así rompió la primera gran barrera y puso la primera piedra de la que sería una de las mejores selecciones de la historia.
Rinus era un tipo inteligente, un genio del fútbol, por ello siempre supo que su gran baza tras este primer gran paso tenía nombre y apellidos: Johan Cruyff, uno de los mejores jugadores del mundo de su época y el mejor futbolista europeo del momento. Johan fue su extensión sobre el terreno de juego, era el que mandaba y el primero que valoraba en un grado sumo la sapiencia del técnico holandés. Cogió los galones desde el primer día y fue haciendo “team” al punto de que preguntó uno por uno a sus compañeros si aceptaban la propuesta de Michels arengándolos con una frase “El que no esté con nosotros, está contra nosotros.” Así comenzó a cuajar aquella “Naranja Mecánica” de la que tanto se ha hablado
Otra cosa que no sabe mucha gente es que Cruyff jugó casi todo el torneo lesionado y es que la preparación física de las primeras semanas de concentración fue intensa y los primeros ‘bolos’ antes de la competición no fueron muy alentadores. No fue un asunto fácil, el equipo pasó por diversos problemas técnicos y posicionales, además carecía de un líbero. Para comprender un poco más la grandeza de lo que se consiguió en tiempo récord tenemos como claro ejemplo el primer partido ante Uruguay en el que Holanda venció 2 a 0 pero un encuentro que significó la primera vez en la que jugaban todos juntos y en el que cinco de sus futbolistas estrenaban posición. El guardameta Jongbloed era nuevo, también estrenaban posición los números tres y cuatro, el “libero”, se estrenaba como tal puesto que siempre había jugado como medio y el “marcador” tampoco tenía experiencia en la citada posición. Jansen pasó a ocupar más o menos la posición de Neeskens en tanto que la de Haan (que fue el libero) estaba vacante. De la misma forma Neeskens que estaba acostumbrado a jugar como medio también varió su posición en el terreno de juego. En definitiva un gran reto el propuesto por Michels al que todos los futbolistas sin excepción respondieron de una manera sensacional. La razón muy sencilla, Rinus se encontró con un magnífico grupo de futbolistas (de alta calidad) que asimilaron a la perfección las tácticas y el concepto que el Mister les transmitió. Un grupo de jugadores con una concepción moderna y profunda del fútbol, polivalentes y dispuesto a rendir con calidad en cualquier situación y posición del terreno de juego. Michels había conseguido en pocas semanas un equipo solidario, ligero, talentoso y cohesionado, cuando alguien fallaba el compañero más cercano le cubría y así con esa mágica movilidad de los diez jugadores de campo crearon un equipo único.
Cambios posicionales constantes
En el segundo partido ante Suecia, Holanda tuvo que sufrir y trabajar mucho para no salir derrotada. El equipo naranja tuvo que cambiar tácticamente en el transcurso del partido, los cambios de posicionamientos fueron constantes, se pudo ver a Neeskens de extremo derecho, a Suurbier rematando en posición de delantero centro y a Cruyff jugando hasta de lateral. En definitiva un gran partido, de poder a poder sobre el que Carlos Bribian en Marca título de la siguiente manera: “La primera mitad, la mejor publicidad para el fútbol”, “Han debido ganar los dos, como hemos ganado los espectadores por el espectáculo ofrecido, que bien podría llevar por nombre el de Su Majestad el Fútbol”.
En el tercero ante Bulgaria la maquinaria comenzó a funcionar y Holanda se impuso por 4 goles a 1 a Bulgaria, con un extraordinario gol de Rep de volea en el minuto 72 de partido. De esta forma Holanda comenzaba a pisar fuerte e impresionar a los rivales. El técnico búlgaro Mladenof dijo sobre los tulipanes lo siguiente “Holanda juega al fútbol más moderno”.
“La apisonadora”
En el cuarto encuentro y ante uno de los favorito y mejores equipos del torneo (Argentina), Holanda dio el primer golpe en la mesa. De entrada los condicionantes climatológico les favorecieron, una intensa lluvia recibió a ambos equipos y el campo se puso en el punto idóneo de rapidez en el que aquella selección se convertía en una verdadera máquina de hacer fútbol. Además de ello la inspiración de varios de sus futbolistas estuvo aquel día en cotas altas por lo que el 4-0 acabó por reflejar la superioridad de un equipo que ya asombraba al mundo. La primera mitad fue un repaso en toda regla, golazo a los once minutos de Cruyff, fútbol imparable y un incontestable marcador que rindió a toda la prensa internacional y argentina. Vladislao Cap técnico argentino dijo: “Holanda es una apisonadora” y Clarín título de la siguiente manera “Holanda fue una máquina perfecta”.
Ante Alemania oriental afrontaron uno de los duelos más complicados puesto que estudiaron profundamente la táctica de Michels y se propusieron neutralizar con entramado ultradefensivo parar a la que había sido hasta el momento la gran sensación del campeonato. Aún así un gol de Neeskens a los ocho minutos y otro de Resenbrick en el 59 lograron derribar el muro defensivo plantado por los alemanes orientales.
“La semifinal”
En la semifinal disputada el 3 de julio la “orange” se topó con una de las grandes selecciones de la historia, por entonces vigente campeona y con futbolistas en su equipo de la talla de Jairzinho, Rivelino y compañía. En los primeros veinte minutos Brasil controló a los holandeses y evitó un tanto aquel “Fuego naranja” que arrasaba todo lo que encontraba pero una gran acción entre Neeskens (que pasa a Cruyff situado en la derecha) y Johan que salva rivales y manda un centro medido le sirve al poderoso Neeskens para que como un rayo destroce la meta defendida por Leao. A partir de aquí la historia del partido cambia, Brasil tiene que asumir riesgos y la máquina holandesa comienza a engranarse. Holanda impone nuevamente su estilo y su icono Johan Cruyff materializa el segundo gol en el minuto 65, que le abre las puertas de la gloria y hace hincar las rodillas al campeón. Zagallo al término del partido dijo lo siguiente “Hemos caído ante un primera clase”.
La Final
7 de julio Alemania Federal 2 Holanda 1. Holanda llegó al partido con todos los pronósticos favorables y aún mas favorables se les pusieron cuando a los setenta segundos de juego Cruyff “agarró” la pelota e hizo una jugada de genio arrancando desde su campo y pisando al área rival donde Vogts solo pudo pararle haciéndole un claro penalti. Una pena máxima que anotó Neeskens que se convirtió e arma de doble filo para los holandeses, que se vieron campeones antes de tiempo. Entraron en una cadena sucesiva de decisiones erróneas que les condujo a la derrota. En este partido se les notó la falta de experiencia a nivel de equipo. Les pudo la ansiedad y lo que era una “máquina casi perfecta” fue destrozada por la ingeniería alemana y por subombardero Müller, en prácticamente 25 minutos de desconcierto holandés. En el 25 Breitner de penalti había puesto el empate y en el 42 Müller le daba la vuelta al marcador y ponía la final cuesta arriba para Holanda.
Aún así en la segunda mitad Holanda debió ganar o al menos empatar y es que los tulipanes cercaron la meta alemana y tan solo la mala fortuna y la inconmensurable actuación de Sepp Maier evitaron que Holanda se proclamara campeona del Mundo. Aunque Alemania tenía un gran equipo la sensación de todos es que aquella final la perdió Holanda en aquellos treinta minutos de la primera mitad.
“Futbol Total”
Aún así quedó  para el recuerdo aquella nueva versión del “Fútbol total” sistema rotativo en el que los jugadores no tenían posición fija, todos atacaban y todos defendían, algunas veces al mismo tiempo, pero sobre el terreno de juego tenía a todo un genio sobre el césped. Un magnífico pelotero que era el gran procesador de aquella máquina, un fino futbolista dotado de una cabeza privilegiada y de un infernal cambio de ritmo, llamado Johan Cruyff.
Un equipo innovador en todos los aspectos con un portero, Jongbloed, con un nuevo estilo, dos laterales (Suurbier y Krol) de los mejores del mundo en su posición, dos mediosdefensas que lo hicieron a la perfección como Haan y Rijsbergen, una media de lujo compuesta por Neeskens, Jansen y Van Hanegem, especialmente este último que pasó en su equipo de jugar como director del juego a hacer prácticamente de todo en la selección. Fue sin duda de los mejores. En cuanto a Neeskens su trabajo fue extraordinario y anotó cinco goles siendo el máximo anotador, cinco tantos materializados en momentos cruciales de los partidos. En el caso de Jansen estuvimos ante el motor del equipo, jugó en todas posiciones, cubrió a todos sus compañeros y jugó un papel esencial en aquel primoroso baile posicional de Holanda. Por último y en línea atacante Rep fue un gran extremo diestro que trabajó a gran nivel, en la izquierda Resenbrick tuvo que sobreponerse a ser el sustituto de Keizer, un fenomenal extremo zurdo por lo que tuvo que superar todo aquello y acabó por hacer un trabajo encomiable para el equipo.
En definitiva un equipo para el recuerdo que nos enseñó una forma ya existente pero perfeccionada de jugar al fútbol y que entró en los corazones de aficionados del mundo entero. Un precioso “fuego naranja” como bautizó Galeano, una “Naranja Mecánica” que aún a día de hoy sigue siendo referente futbolístico mundial.