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La pregunta no es nueva. De hecho, se viene haciendo desde la llegada de Guardiola al banquillo del Barcelona, con ese primer ejercicio inigualable al conseguir los seis títulos. El triunfo de ayer en Japón, sumado a la afirmación de la supremacía frente al Madrid, suscita de nuevo la duda: ¿Es el Barça actual el mejor equipo de la historia?
En opinión de Sandro Rosell, sí. Lo admitió ayer en Yokohama, cuando recibió las felicitaciones de toda la FIFA. Y cuando por boca de Zubizarreta sale un elogio, la cosa ya es seria. Siempre contenido, el director deportivo azulgrana aseguró: "La historia del fútbol es muy grande, pero a este equipo se le recordará como una evolución del fútbol tradicional".
Si hacemos caso a Zubizarreta, el Barça está al menos a la altura de un puñado de equipos míticos, historia del fútbol por sus aportaciones técnicas o tácticas. A nivel de títulos, desde luego, no sólo está entre ellos, sino que supera a la mayoría.
La 'Máquina' de River
El gusto por el toque y el intercambio de posiciones entre sus cinco integrantes labró a River una fama inmortal. Muñoz, Moreno, Pedernera, Labruna y Lostau ganaron dos campeonatos y fueron conocidos también como Los caballeros de la Angustia por recrearse en la suerte. Eran una delicia técnica, pero dejaban vivos a los rivales.
El gusto por el toque y el intercambio de posiciones entre sus cinco integrantes labró a River una fama inmortal. Muñoz, Moreno, Pedernera, Labruna y Lostau ganaron dos campeonatos y fueron conocidos también como Los caballeros de la Angustia por recrearse en la suerte. Eran una delicia técnica, pero dejaban vivos a los rivales.
El Honved de Puskas
El club de Budapest agrupó a los mejores futbolistas de Hungría y se apuntó todos los títulos locales entre el 50 y el 56. Su gran aportación fue la W, dos interiores y dos extremos que apoyaban al punta, esquema que asombró al mundo en Wembley cuando Hungría batió por primera vez a Inglaterra en suelo británico. La revolución húngara del 56 cogió al equipo de viaje y los Kocsis, Czibor y Puskas jamás regresaron.
El club de Budapest agrupó a los mejores futbolistas de Hungría y se apuntó todos los títulos locales entre el 50 y el 56. Su gran aportación fue la W, dos interiores y dos extremos que apoyaban al punta, esquema que asombró al mundo en Wembley cuando Hungría batió por primera vez a Inglaterra en suelo británico. La revolución húngara del 56 cogió al equipo de viaje y los Kocsis, Czibor y Puskas jamás regresaron.
El Madrid de las 5 copas
"Dentro de un fútbol fotográfico, Di Stéfano inventó el juego cinematográfico". La Saeta, que llegó a militar en River con La Máquina, trajo al Madrid su omnimpresencia. Llevaba el 9 y aparecía en todo el campo. Defendía y atacaba como un jugador total. El Honved no disputó la Copa de Europa creada en el 56, cuyas cinco primeras ediciones fueron blancas. Puskas se incorporó a un equipo de ensueño con Gento, Kopa, Rial, Santamaría...
"Dentro de un fútbol fotográfico, Di Stéfano inventó el juego cinematográfico". La Saeta, que llegó a militar en River con La Máquina, trajo al Madrid su omnimpresencia. Llevaba el 9 y aparecía en todo el campo. Defendía y atacaba como un jugador total. El Honved no disputó la Copa de Europa creada en el 56, cuyas cinco primeras ediciones fueron blancas. Puskas se incorporó a un equipo de ensueño con Gento, Kopa, Rial, Santamaría...
El Benfica de Eusebio
Sucesor del Madrid gracias al portento físico y rematador de la Pantera Negra: Eusebio. Coluna, Torres, Simòes, Graça, José Augusto... Extremos y medios al servicio de la exhuberancia del delantero mozambiqueño.
Sucesor del Madrid gracias al portento físico y rematador de la Pantera Negra: Eusebio. Coluna, Torres, Simòes, Graça, José Augusto... Extremos y medios al servicio de la exhuberancia del delantero mozambiqueño.
El Santos de Pelé
Si Di Stéfano fue el primer 9 mentiroso, Pelé tampoco se limitó a ser un '10' al uso. Calificado como "extraterrestre" por Pepe, formó junto a Dorval, Coutinho o Mengalvio un equipo que extendió su dominio a la Copa Intercontinental, con dos títulos. Pura fantasía y demoledora eficacia en un mismo conjunto.
Si Di Stéfano fue el primer 9 mentiroso, Pelé tampoco se limitó a ser un '10' al uso. Calificado como "extraterrestre" por Pepe, formó junto a Dorval, Coutinho o Mengalvio un equipo que extendió su dominio a la Copa Intercontinental, con dos títulos. Pura fantasía y demoledora eficacia en un mismo conjunto.
El Ajax mecánico
Con Cruyff al mando, el Ajax impuso el fútbol total y mecánico que no encontró respuesta. Por primera vez, los laterales aparecían como extremos y los jugadores cambiaban sus posiciones. Tres Copas de Europa consecutivas (71-73) y una Intercontinental confirmaron su hegemonía en el planeta.
Con Cruyff al mando, el Ajax impuso el fútbol total y mecánico que no encontró respuesta. Por primera vez, los laterales aparecían como extremos y los jugadores cambiaban sus posiciones. Tres Copas de Europa consecutivas (71-73) y una Intercontinental confirmaron su hegemonía en el planeta.
El rodillo del Bayern
Beckenbauer fue el kaiser de un equipo incontenible en lo físico, con un rigor táctico que dominó el juego tras los ajacied, a los que igualaron: tres Copas de Europa y una Intercontinental.
Beckenbauer fue el kaiser de un equipo incontenible en lo físico, con un rigor táctico que dominó el juego tras los ajacied, a los que igualaron: tres Copas de Europa y una Intercontinental.
El 'passing game' del Liverpool
Creado por Bill Shankly, fue su discípulo Paisley quien llevó al Liverpool a la gloria europea. Cuatro Copas de Europa del 77 al 84 para el primer equipo británico en bajar la pelota al suelo con su passing game. Keegan y Dalglish, sus figuras.
Creado por Bill Shankly, fue su discípulo Paisley quien llevó al Liverpool a la gloria europea. Cuatro Copas de Europa del 77 al 84 para el primer equipo británico en bajar la pelota al suelo con su passing game. Keegan y Dalglish, sus figuras.
La zona del Milan de Sacchi
La perfección de su sistema defensivo zonal, con Baresi como capo, y el talento de su trío de tulipanes (Rijkaard, Gullit y Van Basten) demolió el lujoso fútbol del Madrid de la Quinta y no encontró respuesta durante dos años. Dos Copas de Europa y dos Intercontinentales (89 y 90).
La perfección de su sistema defensivo zonal, con Baresi como capo, y el talento de su trío de tulipanes (Rijkaard, Gullit y Van Basten) demolió el lujoso fútbol del Madrid de la Quinta y no encontró respuesta durante dos años. Dos Copas de Europa y dos Intercontinentales (89 y 90).
Los 'Fergie Babes' del Manchester United
Ferguson rescató el orgullo inglés con un bloque de talentos de la cantera, especialmente Beckham y Scholes. Rescató el valor de los centrocampistas y atendió a un genio inclasificable entre líneas, Eric Cantona. Triple corona en el 89, supo reinventarse con Scholes y Giggs como nexo entre generaciones.
Ferguson rescató el orgullo inglés con un bloque de talentos de la cantera, especialmente Beckham y Scholes. Rescató el valor de los centrocampistas y atendió a un genio inclasificable entre líneas, Eric Cantona. Triple corona en el 89, supo reinventarse con Scholes y Giggs como nexo entre generaciones.
El 'Pep Team'
Irrumpió en 2009 firmando el año perfecto, seis títulos sobre seis posibles. Su dominio dura ya tres años y medio en los que sólo ha dejado de ganar tres de los 16 trofeos disputados. Nadie ha logrado jamás semejante registro. El juego posicional importado por Cruyff con el Dream Team alcanza la perfección con Guardiola, que evoluciona a su equipo hasta hacerle jugar como ayer, con siete centrocampistas y ningún delantero fijo. La orquesta se mueve en torno a Messi, capaz de sortear a cinco contrarios o de defender en posición de lateral diestro. Eso sí es el fútbol total.
Irrumpió en 2009 firmando el año perfecto, seis títulos sobre seis posibles. Su dominio dura ya tres años y medio en los que sólo ha dejado de ganar tres de los 16 trofeos disputados. Nadie ha logrado jamás semejante registro. El juego posicional importado por Cruyff con el Dream Team alcanza la perfección con Guardiola, que evoluciona a su equipo hasta hacerle jugar como ayer, con siete centrocampistas y ningún delantero fijo. La orquesta se mueve en torno a Messi, capaz de sortear a cinco contrarios o de defender en posición de lateral diestro. Eso sí es el fútbol total.
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